Recuerdo Chic Suchi como aquel japonés al que un día me llevaron a cenar y me fui con un buen sabor de boca en todos los sentidos.
Me llamó la atención a primera vista el lugar, ya que normalmente me suelo fijar en los detalles de los sitios a los que voy, y éste, en concreto me gustó mucho por los colores de sus paredes, su decoración, sus detalles y por supuesto por su comida.
Pasado un tiempo, se pusieron en contacto con nosotros para que les diseñáramos su nueva carta y me hizo gracia, porque cuando estuve allí pensé que se podrían hacer cosas interesantes al respecto y ahora era la hora de poder hacerlas.
Personalmente me gusta mucho el estilo japonés tradicional y aquel lugar se nutre mucho de esa cultura, de hecho cuentan con piezas originales; como recortables de periódicos en la zona de las escalera, cuadros que te acompañan durante toda tu visita…
A la hora de crear la línea gráfica y en la elección de colores me inspiré en los pasteles, colores fluors y negros…una mezcla de contrastes que tanto tiene que ver con esta cultura.
Pensé que podrían funcionar bien entre sí, aprovechando a no hacer la “típica carta” de niguiris y makis que se te hace aburrida, pesada y que al final no sabes ni qué elegir, así que decidimos no hacer tanto uso de fotografía de platos y dar más importancia al diseño, al uso de geometrías, que entran y salen de algunos elementos o que simplemente cortan en plano en color.
Nuestra intención con éste proyecto era crear una pieza agradable, entendible para el cliente y sobre todo que tuviera que ver con el local y su filosofía, sin olvidarnos de nuestra esencia.
