Si echamos un vistazo a los contenidos que se comparten más a menudo a través de las Redes Sociales, el modo en que llegan a la audiencia, los canales que se utilizan y la forma en la que se comunican con su entorno podemos ver claros patrones de temperamento.
De esta manera se pueden descubrir 10 tipos de personalidades predominantes en las redes sociales.
El padre obsesionado. La mayoría de sus publicaciones en redes sociales son acerca de las cosas que su hijo hace un todo momento, mediante fotos, vídeos, textos explicativos…
El político es el personaje que está absolutamente convencido de que sus pensamientos en temas políticos son los únicos que tienen validez, defiende de forma agresiva sus ideas y ataca a aquellos que van en contra de ellas.
El chismoso es aquel que ve las redes sociales como un mero elemento para cotillear a sus contactos.
El extrovertido. En las redes sociales nos encontramos con usuarios que no tienen ningún tipo de pudor en mostrar a los demás su información más privada y no son conscientes del peligro que supone para su privacidad y seguridad.
El bipolar lo mismo muestra en sus publicaciones que es súper feliz, que en un momento cambia su estado de ánimo y se siente la persona más triste y depresiva que puede existir. El cambio constante de estado de ánimo es su bandera.
El egocéntrico reprimido. Sus periódicas actualizaciones en redes sociales son a cerca de él mismo, él es el protagonista de unas publicaciones que se caracterizan por la falsa humildad que disimula su egocentrismo.
El misterioso proyecta en todas sus publicaciones un aura enigmática y pretendidamente sugerente.
El spoiler. Este fanático personaje no se corta a la hora de destripar finales de series de televisión o de películas en las redes sociales.
El criticón se pasa el tiempo navegando por las redes sociales en busca de las publicaciones de sus contactos y no duda en criticar imágenes o vídeos en las que sus amigos no salen nada favorecedores.
Al simpático no le gusta meterse en problemas e intenta complacer y ser agradable con todo el mundo, lo que conlleva un toque de falsedad y atonía en sus intervenciones.
