actitud emprendedora

¿En qué consiste la actitud emprendedora?

Hace unos días, ante una audiencia similar, en Toledo, hablábamos sobre qué debíamos tener presente en nuestra cabeza a la hora de emprender y ayer, 30 de octubre, delante de un nutrido grupo de chicos y chicas del IES Valdehierro de la ciudad manchega de Madridejos hemos hablado de la actitud emprendedora.

La actitud hace parte del mundo de los negocios, de las startups y de la vida misma. ¿en cuántas ocasiones elogiamos a quien pierde porque lo ha dado todo? O, ¿cuántas veces no hablamos del tópico, “murió con las botas puestas”?

La actitud seguramente no nos hará ganar o triunfar, pero qué importante es cuando se tiene.

La voluntad, el miedo a fracasar, la desconfianza en uno mismo, o conseguir o no el capital inicial o enfrentarnos a tareas administrativas para crear una startup, son trabas u obstáculos que pueden suprimirse o hacerlos mucho más amables con una buena actitud emprendedora.

Y, ¿qué esto de la actitud emprendedora?

Como apuntaba nuestro compañero Toño Constantino, en la charla que ha dado a chavales de 15 a 17 años en el Vivero de Empresas del Ayuntamiento de Madridejos, con ocasión del programa España Emprende de la Cámara de Comercio de España, “no aceptar el status quo actual es la clave”, no sólo a la hora de crear un negocio, sino en general en la vida.

Es una actitud de querer cambiar las cosas. Se trata de tener espíritu de explorador. Una forma diferente de ver el mundo. No quedarse en la queja fácil. Pregúntate, ¿cómo podría ser mejor? La respuesta es sencilla: es la voluntad de crear y construir tu propio proyecto. En definitiva, el espíritu del niño que no renuncia nunca a hacer realidad sus sueños.

Si le echas un vistazo al documental “Emprendedores: mentes distintas” desarrollado por el ISDI en colaboración con El Confidencial descubrirás testimonios de emprendedores a estas preguntas.

La actitud emprendedora significa supone controlar tu vida, tomar el control de tus vida profesional, aprender nuevas cosas o aceptar nuevos retos. Puedes ser emprendedor gestionando un área dentro de tu empresa, gestionando tu casa o montando un nuevo negocio.

Una característica que se da mucho en los emprendedores es la ganas de no aceptar que las cosas son así porque son así y querer cambiar las cosas es lo que conforma la actitud emprendedora.

El emprendedor es un aventurero, que quiere organizar su nuevo negocio, hacerlo bien, con un buen equipo y que tiene espíritu de explorador.

Cuando emprendedores de la talla de Julio Alonso apunta que un emprendedor es “aquel que roba material de oficina en su casa para llevarlo al trabajo”, está tocando en algunas de las claves de la actitud emprendedora. Lo que comenzó siendo una idea de crear blogs temáticos, se ha convertido en una gran empresa con más de 250 personas escribiendo en diferentes medios temáticos.

Vivir con el riesgo de que quizás estés equivocado y que posiblemente puedas darte una buena galleta es otra de las características propias del emprendedor.

Cambiar el mundo, ofrecer soluciones diferentes, no quedarte en la queja fácil sino ofrecer soluciones a los problemas cotidianos que encuentras a tu alrededor y tener la capacidad de ejecutarlos porque tienes la facultad para hacerlo y lanzarte a ello, es otra de las características que configuran la actitud emprendedora.

La curiosidad, los detalles, el preguntarnos por qué algo es una manera o de otra y tratar de ofrecer una solución mejor es otra de las características de la mentalidad emprendedora.

Necesitamos personas capaces de liderar nuevos proyectos, cada uno con su dimensión, con su grado de ambición. Entre los jóvenes, como los presentes en este taller, querer darle a su novia/o la luna y estar convencido de ello, es la clave de la actitud emprendedora.

Te harás mayor, vendrán las facturas, pagar impuestos, contratar y despedir a personas, pero si cada día te despiertas con ese pensamiento de tu convencimiento para conquistar la luna, está seguro, que lograrás tus objetivos y todo aquello que te propongas.

Por Enrique Martínez