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Conoce las claves para que tu vídeo sea visto desde el principio hasta el final

Desde siempre, sobre todo desde la industrialización, las sociedades de occidente se han caracterizado por la prisa. No nos lo inventamos: El mayor exponente de esta lacra viene ilustrado perfectamente por la sociedad de consumo de nuestros días, en los que se accede al contenido esperando una solución rápida a una cuestión ‘X’. Es por eso que en el artículo de hoy vamos a hablar de un problema, y nuestros consejos para solucionarlo, que preocupa mucho a los creadores de contenido. De contenido audiovisual, concretamente.

Seguro que no te es ajena esa sensación de agobio cuando viendo un vídeo has deseado que todo avance más rápido. Relativo a esto, fue bastante sonada una publicación en Twitter de un usuario que pedía a Netflix la creación de un botón con el que acelerar la reproducción de la serie que estaba viendo.

A esta demanda, se unieron miles alrededor del mundo.

Dicho y hecho. Netflix tardó apenas unos días en actualizar su aplicación con el nuevo botón.

Las prisas

Las prisas, hasta que haya un nuevo cambio de mentalidad, gobiernan el mercado, y los creadores de contenido audiovisual deben adaptarse buscando nuevas formas de mantener la atención de unos usuarios que abandonan la reproducción si no encuentran algo que les enganche cada cierto tiempo.

A día de hoy, no son muchos los que atrapan desde el inicio, y si lo hacen es porque han logrado llamar la atención en un momento dado y han generado cierto nivel de relación con sus espectadores.

Y es que, aunque una vez llegamos a la vida adulta ralentizamos nuestro ritmo de vida, la estadística sigue indicando que son los jóvenes (esos que menos paciencia tienen en el universo) quienes generan un tráfico relevante.

Hay muchos que ya se han rendido ante esa evidencia y optan por desarrollar contenidos para ese segmento. Y otros, por el contrario, se las ven y se las desean para que sus contenidos sean vistos por quienes ellos tienen en mente.

Bueno, pues este artículo es para unos y para otros. Consumidlo con responsabilidad.

Todo este preámbulo no era para otra cosa que demostrarte que cualquiera es capaz de sentir esa agonía si no tiene lo que quiere pronto… ¿Lo has notado?

Crea un contenido que atraiga

No te vamos a decir cómo producir tus vídeos. Y da lo mismo el tipo de vídeo que quieras hacer. En eso no entramos. Nuestro foco está en el contenido que va a ayudar a destacarlo y en la estructura del propio vídeo.

El contenido audiovisual en sí mismo

Está demostrado que, de media, el espectador estándar tiene una paciencia límite de diez segundos, con una especie de vidilla de otros veinte como muchísimo. Esto significa que debes atraer su atención, una vez ha dado al play, en esos primeros diez segundos para que este quiera seguir avanzando.

Una vez el espectador está dentro, pasamos a esa vidilla (que es el margen de paciencia en caída libre) que dura hasta los treinta segundos. Ahí necesitas otro elemento que actúe de gancho para los siguientes dos minutos.

Y salvo que lo que estés haciendo sea un tutorial. El vídeo debería terminar a los cuatro o cinco minutos desde el inicio.

El formato de presentación te lo dejamos a ti.

El entorno del vídeo

Vale. Esta es una parte fundamental para la atracción de visitas y la evitación de la tasa de rebote en el vídeo.

Así que vamos a hablar de los factores que intervienen en el entorno del vídeo.

Target

Debes tener claro dónde quieres publicar el vídeo. Para ello, tienes que determinar el target al cual estás dirigiendo todos tus esfuerzos. No es lo mismo hacerlo para chavales de instituto con tiempo para todo, que hacerlo para un adulto de cuarenta años que saca tiempo entre el trabajo y el resto de responsabilidades: Unos consumen lo que sea, mientras que otros son más selectivos.

Plataforma

Una vez determines a ese segmento de la población que más te interesa, es hora de elegir el medio en que se reproducirá ese contenido. Y en todo momento deberás tener presente la fluctuación de audiencias en cada plataforma.

No obtendrás los mismos objetivos en Facebook que en Instagram, lógicamente. Ni en Youtube y Vimeo, por ejemplo.

El posicionamiento

Por supuesto, no nos podemos olvidar de todos aquellos elementos que intervienen no solo en la decisión del usuario de consumir o no ese contenido, sino, también, en su posicionamiento tanto en motores de búsqueda de Internet como de los motores de búsqueda internos de las diferentes plataformas.

Para ello, deberemos tener en cuenta los siguientes aspectos:

Título

Debemos ser claros y hacer entender al usuario de qué va el vídeo. También deberán entenderlo los propios robots de búsqueda.

Por ejemplo, si “innovas” y cambias números por letras, el bot de búsqueda no entenderá nada. No es lo mismo escribir ‘H3LADO’, que ‘HELADO’: un usuario entenderá que en ambas palabras pone lo mismo; un bot no.

Descripción

Interesante para los usuarios, imprescindible para los bots. Una descripción del vídeo siempre viene bien para ayudar a que el usuario haga clic en play, tanto mejor si es una sinopsis de lo que encontrará en el interior.

Para el bot de búsqueda es tremendamente importante, ya que gracias a eso “entiende” lo que hay en el vídeo.

Piensa que un bot enlaza los datos si sabe leerlos; si no, es un papel en blanco para ellos.

Hashtags

Si puedes colocarlos, colócalos. Pero no satures ni pongas por poner. Ya lo dijo el tío Ben: «Un gran poder conlleva una gran responsabilidad». Así que no escribas lo que no debes o te odiarán por entrar en nichos fuera de tus fronteras sin ofrecer contenido de valor.

Como ves, antes de toda acción hay una investigación

Crear contenido porque sí, por amor al arte, está bien. Pero si lo que quieres es monetizar tus esfuerzos, enfócalos hacia una meta alcanzable.

Todos notarán la diferencia.