16 Sep Inbound Marketing (‘cuz all you -and them- need is love)
Hace tiempo hablábamos del Outbound Marketing como el marketing tradicional al que hubo que poner apellido en el momento en que una nueva metodología de marketing (Inbound Marketing. Sí, también hubo que ponerle apellido) irrumpió en el mundo allá por 2005.
Por aquel entonces, el que suscribe contaba con trece inviernos; Harry Potter y el Cáliz de Fuego reventaba la taquilla mundial, seguido de la (para bien o para mal) memorable Venganza de los Sith; ¡ah!, y el marketing tradicional tenía quemado al público. Casi nada, oye.
Nacimiento del Inbound Marketing
Si bien, como has leído más arriba, fue en 2005 cuando el Inbound Marketing fue presentado al público con nombre propio, ya en 2004 Brian Halligan, Dharmesh Shah y David Meerman estaban desarrollando esta metodología.
Es probable que estos tres nombres te suenen de algo; si no, háztelo mirar… Son los fundadores de Hubspot, que, a día de hoy, es la plataforma que más ha hecho por el Inbound Marketing (tiene una lógica como de cajón, ¿no?).
De Hubspot ya hablaremos, solo recuerda esta palabra: flywheel.
Siguiendo con el Inbound Marketing, voy a contarte por qué el cambio de paradigma supuso un avance mastodóntico en el sector.
A veces, para seguir igual, es necesario cambiar
Los mercadólogos, marketeros y publicistas se dieron cuenta de que el público se mostraba cada vez más indiferente a los impactos publicitarios, así como más hastiados de la metodología imperante en aquel momento; invasiva, y en algunos casos hasta el extremo.
Ante el descontento del público, debían buscar un nuevo camino. Si el público se alejaba de ellos, había que encontrar una forma para que este se acercase voluntariamente para volver a hacerse amigos.
La paradoja del cuñado
Abrimos sección que pretende ser educativa a la par que cómica, porque “si la lección es divertida, nunca se olvida”.
Todo el mundo tiene un cuñado que sabe más que nadie, que hace la barbacoa mejor, que sabe decantar vino mientras soluciona la crisis geopolítica de Oriente Medio y todavía te dice qué le pasa a tu coche con solo decirle el tipo de ruido que hace el motor.
Todo el mundo tiene un cuñado así; y si no lo tienes, quizá lo eres tú… Piénsalo.
¿Cuál es el problema del cuñado? Pues que sí, posiblemente sepa mucho más que tú. Puede que te pueda ayudar, y hasta puede plantarse en la ONU para acabar con la crisis de Afganistán… Pero su forma de ser repele a cualquiera con criterio.
Bueno, pues eso es el marketing tradicional, el Outbound Marketing.
En cambio, el Inbound Marketing es ese amigo súper ocupado, porque es emprendedor multinegocio, que siempre encuentra un hueco para tomarse un café contigo cuando quieres hablar con él.
De uno huyes, al otro lo buscas; ¿te das cuenta?
¿Cómo aplicar la metodología del Inbound Marketing?
El Inbound Marketing se sustenta sobre tres pilares subsidiarios entre sí: Atracción, Interacción y Delectación. Por cierto, sus siglas forman la palabra AID; que en inglés significa “ayuda”. Deberías apuntarte esta regla mnemotécnica cortesía de la casa.
Atracción
La captación de público no viene de la mano de grandes inversiones económicas. Y, por supuesto, no se dirige al público en general. La atracción se realiza creando contenido de valor para un segmento concreto, el cual sepamos que se puede alinear con nuestra marca, producto, servicio, lo que sea, y consolidarse porque nos tiene como referentes en un tema que le interesa.
Una buena estrategia de atracción sabe valerse de anuncios multimedia y publicaciones en blogs y redes sociales acordes a una estrategia de contenido definida.
Interacción
Sin olvidar el público al que nos dirigimos, ofrecemos con nuestros contenidos información relevante que pueda solventar necesidades del mismo. De esta forma, mostramos nuestro interés por conocer sus intereses reales, sus objetivos y, en definitiva, a ellos.
Así no solo aumentamos la probabilidad de que compren nuestros productos, sino que establecemos un vínculo emocional entre público y marca.
Las herramientas para la interacción actúan en las oportunidades de venta, el email marketing, y bots conversacionales con los que automatizar ciertas acciones de marketing.
Delectación
Cumplir lo prometido. No tiene mayor explicación; no mentir. Dar lo que decimos que podemos dar y que el público reciba lo que espera en el momento en que nos compra el producto o contrata nuestro servicio: que se deleite con nosotros, vamos.
Siendo fieles a nuestras palabras, a nuestra estrategia y a nuestro contenido publicitario es como logramos una estructura sólida, pues la marca crece según lo hace su público, tanto cuantitativa como cualitativamente.
Para ello, el contenido que desarrolles debe ir enfocado (debe ser inteligente), de nuevo conviene apoyarse en el email marketing y realizar informes de atribución.
Haz por que ellos queden satisfechos con su decisión.
Así se sustenta el flywheel que te comenté en el quinto párrafo, y que conoceremos en el siguiente artículo.
La mejor estrategia de marketing
Con todo, a pesar de las desventajas que tiene el Outbound Marketing, toda estrategia de marketing que se precie debe contemplar la aplicación de ambas metodologías. Lo que, usando la analogía anterior, sería un cuñado que sabe estar callado cuando toca.
Si te preguntas cuál es la panacea del marketing para potenciar cada mínimo resultado… no existe. Cada proyecto requiere una serie de agentes diferentes, por lo que la estrategia perfecta es aquella que se ajusta a las necesidades de cada uno. No obstante, irás encontrando por aquí claves que te ayudarán en el desarrollo de cualquier idea de negocio.
Mientras tanto, keep it real.